Tengo insomnio. Las últimas noches no he podido dormir antes de las 4 a.m., osea, al otro día. Sin embargo no lo he pasado del todo mal, pues en las madrugadas me he encontrado a varios personajes interesantes, como LN, karenbeu, g y tu chica yeyé, entre otros.
En estas pláticas nocturnas ha salido el tema de Batman, la nueva peli, y me he dado cuenta que el Batman que sale a la luz a todo el público, es un Batman muy light.
Apenas muestra un poco de su mente retorcida y ya creen que están frente a un ser más humano que el que conocían, y lo entiendo, porque el “Batman público” había sido un mariquita.
Para la mayoría, Batman comenzó con Adam West con mallitas y se había coronado con Clooney. Sin embargo la gente de los comics, esos que son seguidores y de verdad conocen la historia de Batman, saben que está más enfermo que cualquiera de los villanos.
En lo personal, uno de los Batman más perturbadores que he conocido ha sido el de “Batman: The Dark Knight Returns”, una serie de cuatro volúmenes editada de febrero a junio de 1986, maravillosamente realizada por el maestro Frank Miller (les suena: Spiderman, 300 y Sin City… ¿oscuro verdad?).
Les pongo un poco el contexto: Bruce Wayne luce viejo y cansado luego de un retiro de 10 años. La delincuencia en Ciudad Gótica crece y se ve obligado a regresar. Se enfrenta a Harvey Dent (Dos Caras) y a la banda de los “Mutantes”, siempre apoyado por su nuevo Robin, la chiquirrina Carrie Kelly.
Después enfrenta de manera sangrienta y cruel –a veces hasta salvaje— al Joker, a quien le rompe el cuello, dejándolo paralítico, pero no pudo matarlo. Joker se suicida (mostrando también a uno de los guasones más desquiciados que se recuerden) para que todos piensen que Batman sí lo mató. Vaya, finalmente Joker es un demente del Arkham Hospital... no olvidemos que violó y mató a la madre de un Robin, y degolló a otro.
En esa época EUA sigue en broncas con la URSS, por lo que usan a Superman como agente del gobierno. Super se involucra en una explosión nuclear y es regresado a EU, por lo que le asignan que le ponga un freno a la locura de Batman, quien ya es un problema de imagen, ley y justicia ante la opinión pública.
Batman se hace (con todo su billete) de un traje especial y le pide ayuda a Flecha Verde y su nueva Robin, para enfrentar a Super. Es realmente maravilloso ese enfrentamiento que comienza desde lo psicológico, (Recordemos que en algún momento del Universo DC, precisamente Superman le había confiado la poca kriptonita que Lex tenía para vencerlo, entonces luego de ser amigos, se enfrentan de una manera sangrienta).
Pues Batman le gana a Super, pero justo unos segundos después, le da un paro cardiaco y se muere en los brazos de Superman. El manejo del trazo es sublime, y el entintado de Klaus Janson es soberbio.
Sin embargo vemos lo dañado que está Batman, pues no murió, sino que tomó un químico para fingir la muerte. Robin lo saca de la tumba y Batman sigue actuando desde las sombras, totalmente clandestino.
Es quizá el Batman más oscuro que se recuerde, más parecido a su concepción en 1939, y este Batman de Miller es el que abrió la puerta a personajes dañados psicológicamente que vieron su esplendor desde la mitad de los 80.
Es violento, negro, dañado. Hubo una secuela, The Dark Knight Strikes Back, pero no tuvo el éxito de la obra de Miller.
A este Batman le podemos catalogar al lado de Lobo, Watchmen y otros seres desquiciados mentales, dañados, salvajes y sangrientos. Esos si eran de a de veras, incluyendo a los villanos… ¿ahora se entiende porqué no me impresiono por la nueva movie?
El McCoy, quien luego comentará sobre el famoso “Batman. Black & White”.