No solo huele…

Apenas el viernes les decía que olía a Bogotá. Bueno, que no sólo huele, sino que este domingo se trajeron un cachito de Bogotá, y de todo Colombia, al DF.

Debido a las celebraciones de su Independencia, los colombianos que acá radican (y uno que otro que anda de vacaciones) se reunieron en el Lienzo de Constituyentes. Carito, linda bogotana, invitó a Alo y yo me le pegué, principalmente por ese antojo de guaro que tenía desde la semana pasada, si recuerdan.
Pues que ya no hay más antojo y además de unos buenos tragos de Cristal, estuvimos moviendo el bote al ritmo de Zona Rica y su ya famosísimo “Me enaaaamooreeeee, al verlaaa por primeraaa veeeeeez”.
Que los recuerdos de allá venían agolpándose desde hace una semana y yo no sabía ni porqué, el caso es que el Destino, Dios, Quetzalcoatl, o la Suerte, como quieran llamarlo, me estaban preparando para lo que pasó este domingo. En fin, que me la pasé bacano entre tanto parce y por ahora, el antojo ha quedado saciado.

El McCoy, quien ahora quiere una bandeja paisa.