domingo, 7 de septiembre de 2008

Dos por uno

Había puesto mi despertador a las 07:00 horas para ver el Gran Premio de Bélgica, me desperté a tiempo, pero me pregunté: “¿A tshinga pa’ que puse esto a las 7?” y que me duermo de nuevo.
A las 9:50 como que mi otro yo reaccionó, encendí la TV y nada, se había acabado. Ni modo, revisé boletines de los equipos, lap chap y resultados, y armé la nota. Listo, el mundo mundial estaba informado.
Había quedado de ver a Carito a las 12:00 en la Bombilla y llegué súper puntual. Una vez que llegó, nos fuimos caminando al MACG, donde nos acordamos que al ser domingo, la entrada es gratis.
El día, que era bueno, mejoraba.
El primer piso es soberbio: Orozco, Siqueiros y Rivera… ¡juntos! En ningún museo del mundo mundial me había tocado que de entrada te dijeran “Hola” con tres gigantes… así no’mas: ¡Bienvenido!
Bueno, en Atenas reunieron a Rodin, Bourdelle, Maillol, Brancusi, Giacometti y Moore bajo un mismo techo, pero no era una exposición permanente, sino algo especial por los Juegos Olímpicos (y que por cierto, cerraron el Museo Nacional dos horas para quien esto escribe, ya les contaré, espero).
El caso es que, si estas en la ciudadmasgrandeybelladelmundo, no pierdas oportunidad; yo voy a regresar. El segundo piso deja mucho que desear (pues claro, después de los tres grandes) con obras repetitivas de Annabel Livermore (aunque su expo tiene un nombre fabuloso: La Jornada del Muerto vista por los ojos de la esposa del ranchero).
En el tercer piso está la expo ‘El fin del fin de la historia y la hidra venenosa’. No me gustó como la montaron, pero tiene una especie de túnel que vale la entrada (los días que cobran claro).
Eso de interactuar me encantó. Adentrarse en ese mundo fue fantástico, las formas y colores fueron fascinantes. Y como estábamos en San Ángel, nos fuimos al Museo Del Carmen, pa’ ver arte sacro.
Después, al Metrobus, y como iba con la simpática bogotana, me sentí en el Transmilenio. La lluvia nos acompañó e hizo a la ciudad distinta, sacó una belleza que, normalmente cuando manejo, no puedo disfrutar y ver.
Después de dejar a Carito en su casa, pasé al 7-11 y me compré un vainilla francesa… caminé por la desierta Zona Rosa y de regreso en Metrobus, en una dinámica que prometimos repetir cuantas veces nos sea posible.

PD. Hay más fotos, pero las tiene Caro. Prometo agregarlas.

El McCoy extasiado.

3 comentarios:

Mait' dijo...

¿Te levantaste temprano y se te olvido para que? jajjajaj Me da gusto que le pase a mas gente.

Adrianirris dijo...

Yo quiero irs! jaja

Miss Congeniality dijo...

y yo me levanté buscando el GP y nada más no lo encontré... mira qué desperdicio!

Por cierto... no se vale dejar pendientes sin resolver... tendrás que escribir la anecdota de la expo cerrada... ups!