Arranca el McCOYSTOCK

*Joaquín Sabina y Gabriel García Márquez fueron los padrinos del inicio de las Festividades del XXX Aniversario del natalicio del McCoy.

CIUDAD DE MÉXICO, México.- El cantautor español Joaquín Sabina y el escritor colombiano Gabriel García Márquez decidieron adelantar los festejos del McCOYSTOCK la noche de este miércoles 29 y la madrugada de este 30.

Sabina y García compartieron en un restaurante de la capital mexicana donde, acompañados de Ely Guerra, cantaron y se divirtieron al lado de unos 40 amigos.

Aprovechando su estancia en el país debido a la entrega de las Lunas del Auditorio, los talentos iberoamericanos platicaron con el McCoy, quien estuvo acompañado por Kika, quien precisamente este 30 celebraba su cumpleaños.

-- Pero… ¿cómo que usted cubre boxeo?, preguntó el colombiano a la mexicana.

-- Así es, contestó la reportera, quien agregó: Cuando quiera lo esperamos en el periódico.

-- No… sé que si entro a una redacción, ya no me salgo, contestó el Nobel con una sonrisa un tanto nostálgica.

La reunión de amigos, a la que McCoy y Kika llegaron por invitación de Elma Comegalletas se extendió hasta las primeras horas de la mañana.

-- Joaquín, ¿cuántas borracheras juntos?, preguntó el McCoy.

--¿muchas?

--¡Muchísimas!

--Jaja, bueno... ¡y las que nos faltan entonces!, remató el de Úbeda mientras hacía un guiño.

De esa manera informal y sorpresiva arrancó el McCOYSTOCK, que tendrá entre su programa el concierto de Los Fabulosos Cadillacs este jueves 6 de noviembre, además de una extensa lista de actos que la organización irá dando a conocer.

(Foto 1 y 2: Cortesía Jorge Collado. Foto 3: Cortesía de Alejandro Ortega).

El McCoy, a quien no lo aguanta nadie por estar con sus dos gurús.

Muy pronto...

El McCoy, quien sabe que vendrá un Noviembre muy movido... (por festejos)

LFC

Big Ed me dijo una hora antes de que se fuera al concierto de Los Fabulosos Cadillacs: “¿Me acompañas?”. La respuesta fue inmediata, “Sí”.

Salimos de EsMas.com y nos lanzamos al Palacio de los Deportes, donde pudimos vivir uno de los mejores conciertos de los argentinos en nuestro país. Eso fue en abril de 2001.

Poco más de siete años después, LFC están de vuelta en nuestro país, ahora el escenario será el Foro Sol y la emoción de verlos y escucharlos de nuevo, es mucha.

Recibí un regalo adelantado y estaré en el montículo (o en el center field, o en el short stop) del campo, coreando a Vicentico.

Pero hay una opción para que uno de mis cuatro lectores esté ahí también, festejando conmigo el regreso de una de mis bandas preferidas.

Ganar es muy fácil, comenten en esta entrada el porqué deberían de ganarse el boleto extra que tengo y ser los afortunados acompañantes del McCoy el jueves 6. El ganador no será el que mejor redacción tenga, o el más extenso, sino el que escoja, de manera arbitraria y como se le pegue la gana, al jurado.

Es más, bien podría decretarse desierto el ganador si no hay comentarios chidos y ese boleto terminar en la reventa. De ustedes depende. (Nota aclaratoria, el boleto es de la zona de 450 pesos, para que luego no digan que no se dijo. Nota 2: Obvio sería gratis, ese es el premio).

El McCoy, quien festejará todo noviembre y publicará, próximamente, toda la agenda.

A propósito del frío

El Montt de nueva cuenta nos pone el buen humor en 'La Pluma...'

Pues es que con tanto inche frío hay poco que se puede hacer.

Vámonos rápidito: he estado con mucho trabajo por la gira de medios de Nesio y la Gran Final de NASCAR México, donde mi gran amigo Toño se coronó campeón, sin duda un gran premio luego de su accidente.

Trataré de poner alguna entrada más extensa pronto.

El McCoy, quien ya sacó la colección de bufandas.

El Araña

--¿Me da permiso para irme señor?

--Ah chinga, ¿y ahora por qué de usted?

--Ah pues porque ahorita es mi jefe señor…

--¿Y por qué te quieres ir?, falta una hora.

--Es que estoy estudiando teatro, actuación.

--¿Y esto será diario?

--No diario señor, pero cuando se pueda…

--‘Ta bueno Tenoch, luego me invitas a tu obra…

Y así fue, con una disciplina que había visto poco, ese asistente, jalacables, “cargarografo” y reportero del canal donde quien esto escribe era director de contenidos, iba a sus clases a aprender a actuar.

Han pasado cinco/cuatro años desde entonces y en la oficina me avisaron: “Llevaremos una película, que se llama Nesio, es de Alan Coton, y actua Jorge Espíndola y Tenoch Huerta”.

--Quiero llevarla-- dije.

Mi jefa contestó: “Es que ustedes la van a llevar”, a manera de orden. Oculté mi felicidad, a pesar de que es de poco presupuesto. Llevo los últimos días reconociendo a Tenoch Huerta Mejía (El Araña en Nesio), quien se ha convertido en un gran actor y una de nuestras promesas para llegar lejos. Este martes, en la premier de la película, me presentó a sus papás.

--Él es mi ‘chief’ –les dijo--, el que me daba chance de ir a estudiar actuación.

Y así con todos los que le felicitaban. Esos son los detalles que hacen que uno sonría, que se sienta bien con la vida, en paz, pues. Es cierto que son muchos los factores los que se necesitan para alcanzar la felicidad plena. La familia, el trabajo, el amor de pareja, los amigos, todo influye. Falta uno de ellos, pero los otros factores me dan tanto, que estoy a nada de ser totalmente feliz.

El McCoy, quien siente el cariño de amigos de ese gran y sencillo actor.

Agoniza

La temporada de NASCAR México agoniza. Este finde será la Gran Final en el Hermanos Rodríguez. ¿Hace falta que diga más?
El McCoy, quien está feliz y triste… y viceversa.

Extrañamiento

Es esa época del año en la cual comienzo a extrañar al Beisbol de Grandes Ligas y a la Fórmula Uno, a pesar de que ninguno de los dos deportes han terminado sus temporadas.

Por lo pronto, a disfrutar de la mejor pelota del mundo mundial, la World Series, al igual que la última carrera del año, el GP de Brasil.

Como consuelo, en marzo tendremos en México el Clásico Mundial, y mientras podremos enfocarnos, también, en el Chase for the Cup de NASCAR.

Benditos los deportes, que siempre están en nuestros corazones y respetan ese juramento de amor eterno.

El McCoy, quien este finde vivió con adrenalina.

Regreso a la infancia

Por tres pesos...

Y sólo por cinco minutos...

El McCoy, quien sabe que valió cada centavo.

Cíclica

El timbre sonó y nadie quería abrir. Así que, gentil como siempre, dejó la lap de lado y se levantó para abrir. No preguntó quién era y jaló la puerta de un tirón, solamente para verla otra vez.

Ahi, de pie, sintió de nuevo sus uñas clavándose en la espalda, sus labios en el cuello y su voz susurrando al oído. Habían pasado cuatro años desde la primera vez y dos desde la última, sin embargo, se encontraron idénticos.

--¿Te ayudo con algo? –preguntó sin dar los buenos días.

--No gracias, vengo a trabajar.

--¿En qué?

--No sé si sea temporal o permanente, pero empezaré con el Proyecto A, ¿sabes de eso?

--Sí, lo está llevando mi jefa.

--Lo llevaremos las dos –agregó.

Mientras daba los primeros pasos dentro de la oficina lo abrazó, dejando atrás los malentendidos, olvidos y omisiones.

Entró directo a la oficina de la jefa, sacó su laptop y se puso a trabajar, no sin antes voltear para soltar una nueva sonrisa, una que él, no conocía.

El McCoy, quien también gusta de las sonrisas.

¡Perro!

La noche del sábado -me habían anunciado- sería muy larga. Y tenían razón, pues aún en domingo, seguía.

La Bloo pasó por mi hasta mi casa, y (casi) me sacó de la cama para que lleváramos al fuckin’ british --pese a su gracia previa-- al Bulldog, lugar donde sólo he ido a acompañarla.

Ahí, nos topamos a AS, quien se nos unió en la fiesta. The Ting Tings a todo lo que daban y el british feliz conociendo los recovecos por donde AS nos metía. Para variar con ellas dos, salimos del lugarcito como a las 6, directo a los jochos y de ahí me llevaron a casita.

Esa noche (madrugada-mañana) dormí de lo más lindo, con (muchos) tragos-que-no-recuerdo-su-nombre en mi barriga y una sonrisa-que-se-acercó-de-a-poco rebotando en mi cabeza. No imaginaba que mi auto estaba inundado y con cinco centímetros de agua en el piso.

Eso lo descubrí al día siguiente y no fue una gran manera de anunciar que el finde, se había acabado.

(Esta entrada debe estar acompañada de fotos, pero AS aún no me las manda. Se agregarán).

El McCoy, quien sabía que era la calma que antecede a la tormenta.

Llueve sobre mojado

“Dormir contigo

es estar solo dos veces
es la soledad al cuadrado…”
Llueve sobre Mojado.

Hay mucho material para entradas, pero justamente hoy no estoy de humor... muy cansado. El sábado llovió a tal forma que se inundó la calle donde dejé al rompecabezas y entró agua al coche.

Unos cinco centímetros de agua cuando abrí el coche el domingo. Aún no termina de secarse y además huele feo el pobre. Este lunes fue muy pesado y cansado. Hay muchas cosas que comentar… pero hoy no.

Extraño al Gama para que me dé ánimos con sus bien seleccionadas palabras, lo bueno es que aparece en cualquier lugar:

 

 El McCoy, quien se va a cama a seguir soñando.

Un inglés en la taquería

Cuando llegamos a la esquina de la taquería pensamos que Chris, el fuckin’ british, se subiría al auto y no habría más de que preocuparnos. Pero luego de 10 minutos, seguíamos buscándolo.

Esa noche (viernes) pensábamos terminar la fiesta hasta las 8 o 9 de la mañana, y parecía que lo lograríamos.

Si bien ya no nos dio tiempo de llegar al Metropolitan para escuchar las nuevas rolas de La Gusana, la Blue me llevó al after, en el Tokio Pop, donde, además de ver como jalan a sus tres groupies (siempre me ha dado como huevita el verlas atendiéndolos), escuchamos a tres grupos sui generis.

Mama Testa, Majadero y sin duda los triunfadores de la noche: Sonido San Francisco, nos pusieron en ondita bastante cool y cumbiasalsera electrónica mientras la Blue se disparaba tan deliciosos tequilas.

Cuando salió a fumar recibió la llamada de Chris, quien en su inglés payaso le dijo: “Ven por mí, no sé cómo llegar a casa”. Ella, obviamente, se preocupó y me pidió que me apurara y que dejará de sonreir con la chiquita de cola de caballo. Subimos al rompecabezas, en Parque México y le llamó, para que preguntara el nombre de la taquería. “Estoy en los ‘taquitos’ donde comí con McCoy y contigo”, le dijo. De la Condesa a Villa Coapa en… sí, 20 minutos.

Luego de que la Blue se mostró sorprendida por mi manejo (la emergencia lo ameritaba) buscamos como locos a Chris, hasta que, pensé: está borracho tirado en la calle de al lado, seguro en plena banqueta. Y al ir para allá, lo vi acostado sobre una de las mesas de la taquería, para tranquilidad nuestra.

Lo subimos al rompecabezas y lo dejamos acostado. Pensábamos regresar al Tokio, pero los amigos de la Blue ya se habían ido, así que sólo nos quedó echar chela mientras escuchábamos la brillante selección del ipod.

5:15, de vuelta a casa y con la amenaza de que este sábado iríamos al Bull, donde tres años antes tuvimos una de nuestras noches más largas y divertidas.

El McCoy, quien quiere las rolitas cumbiancheraselectrónicas de Sonido San Francisco.

Encerrado, incomunicado

Cuando vi esta tira de Winters inevitablemente comencé a reir. Eso escuché, eso sentí, eso viví, eso pasó. Ahora sólo puedo postear y ver cosas personales a la hora de la comida o fuera de la oficina.

Espero que en 2009 m&f ya esté consolidada y regrese a la Impunidad.

Me siento muy contento de que el Abuelo ya es fan también de esta tira, así que un abrazo hasta Guanatos.

El McCoy, quien está cansado de apostar tanto… 

Inmóvil

--Eso es todo lo que hace.

--Pero… debe de tener alguna gracia ¿no?

--No sé, yo creo que sí porque les costó mucho a mis papás.

--Mmm… no se mueve…

--El tiempo que yo la he visto no.

--¿A qué hora come?

--No lo sé… nunca he visto.

--¿Esos son dientes?

--No, yo creo que esos los tiene por dentro ¿no? Supongo…

--Supongo…

--¿Te la quieres llevar a tu casa hoy?

--¿Y si se me pierde? ¿o la mato porque no sé que darle de comer?

--Bueno… es que a mí no me gusta.

--A mi tampoco.

--Siempre que paso siento que me mira.

--No seas tonto… ¿cómo te va a ver?

--Pues así… como que me ve.

--Mejor ya vámonos.

--Tápala bien y déjala en su lugar.

--Me da miedo, un amigo me dijo que te pueden matar.

--Vámonos a jugar.

--Sí…

Caminaron hacia atrás, para no perderla de vista y cerraron el cuarto con llave. Un día vieron como comía y el pánico les llegó de golpe. Esa fue la última vez que entraron solos a verla.

El McCoy.

666, casa blanca y Merlina

Últimamente he visto el 666 demasiado. Incluso E… ha ido conmigo en el rompecabezas y muchas placas de otros autos tienen ese número… las señalábamos, hacíamos alguna broma y cambiábamos de carril.

Hoy ya fue demasiado. Acabo de despertar porque soñé que vivía en una casa blanca con el 666 en la puerta y al llegar me esperaba, cariñosa, Ella… vestida como Merlina, la de los Locos Adams (aunque era una versión parecida a Cristina Ricci con mini falda).

Lo demás del sueño era normal… abrazos, besos, cero palabras y pura comunicación corporal. Una vida perfecta pues… pero si me frickeó un poco lo del número… en fin, regreso a dormir, que solo lo teclee para que no se me olvidara.

El McCoy, quien seguramente leerá esto cuando esté despierto.

Manu

A raíz de que Manu estuvo en la ciudadmasgrandeybelladelmundo, les regalo esta rolita (abajo del texto) que contribuye –también- a la más reciente entrada de Karenbeu, una de mis hermanasdenosangre. Con esa entrada la K… regresa al mundo del blog y, como siempre (o casi siempre) a esa relación telepática que hemos tenido por tantos y tantos años.

Mis nuevos más allegados tal vez ignoren esta relación tan amorosa que tengo con K… pues a veces pasan años sin que coincidamos bajo el mismo techo, sin embargo, siempre, pero siempre, estamos juntos. Para ellos, K… es alguien de quien nunca han escuchado, para los viejos, como el Gordo, Gama, Benja, es parte fundamental de nuestro mundo.

Mi carnala es única, así como sus letras y esa bella manera de expresar lo que con palabras nadie, o casi nadie, puede hacer. Vaya para K… un beso amargo y dulzón y mi segunda voz en esta bella rolita de Don Manu.

El McCoy, quien aguantaba carrilla de K… cuando hablaba de La Araña.

Fluye

“Cuando todo está bien, todo fluye. No se necesita pedir permiso para nada. Todo está permitido y no hay barreras. No hay subibajas. No hay molestias. No hay restricciones. Todo se da de manera natural. Así pues, las barreras, las restricciones y los secretos son un símbolo perfecto de que no está bien. Y si no está bien, no tiene sentido estar”.

Más o menos esas fueron las palabras del Garaycito, quien desde Guanatos hizo contacto con este dolphinfan para una pregunta técnica de la temporada 2007. Tiene razón.

En todos los ámbitos la armonía lleva a las libertades, a la confianza, a compartir. Cuando no hay confianza, cuando se esconden cosas y cuando se prohíbe, es que no está fluyendo como debería de fluir.

Y entonces es cuando, o se arregla, o se tira para buscar uno nuevo. Hay que buscar la mejor opción, la que salga más barata y dé más beneficios.

El McCoy, quien hoy, fluye.

Prohibiciones

“Tenemos prohibido dar nuestros números de celular cuando nos los piden. Dar nuestros mails cuando nos los piden o cual medio de comunicación cuando nos los piden”, dijo a Conejo, D… la niña que este lunes nos atendió en el Hooters, cuando mi recién conocido se lo pidió.

Al poco rato regresó con el tarro de cerveza oscura que gané jugando americano en el Wii (escogí a Delfines y gané 5-0 sobre Patriotas).

“Pero no tengo prohibido decirte mi número que es 11 22 33 44* y que me busques en el Facebook como D… S… V…”, me dijo mientras dejaba el frío tarro sobre la mesa.

Esas son las cosas que le suben el ego a uno. Sonreí y le agradecí levantando mi tarro, sin decir más. Chris, el fuckin’ british me preguntó que si lo que entendió era correcto, le dije que sí y nos enfocamos a ver el Monday Night Football, que ganó su equipo, Vikingos, de manera apretada sobre Santos.

*Obviamente ese no es su número, así que ni le marquen.

De regalo, este otro cartón de Montt, quien cada día me gusta más. 

El McCoy, quien escuchó lo que quería escuchar, de quien no lo quería escuchar.

Y la noche no termina, que siga...

Pues esta es una actualización de telegrama. Trabajé en la mañana en la gira de medios. Llegué a casa a seguir con un reporte y en la tarde/noche me lancé a ver a E… ahí me encontré a Elma come-galletas. Después fuimos a ver a Mar. Vi una cara de sorpresa por un regalo que espero guste demasiado y dejé a E… en un café. Creí que mi día acababa.

Cuando me iba a casa, me habló el Fer precioso el héroe de la película papá. Vive a dos cuadras del café (ya se mudó, se cambió de depa en el mismo edificio) y su red no está instalada, así que de regreso al café, donde de nuevo vi a E… por unos segundos.

Las amigas del Fer (a dos mesas) nos platicaron de su buen ambiente durante las últimas dos horas y de hartas cosas sorprendentes para mi, y cuando terminamos de ver nuestros pendientes de negocios, Blue y Chris salían del concierto de Motley… hasta Villa Coapa (el Bronx mexicano) en 10 minutos para dar el remojo del nuevo auto del Fer.

Estar con el british boy siempre es muy divertido. No habla español, así que las pocas palabras que se sabe que dice dentro de su plática resultan muy divertidas. Junto con Blue le contaron a Fer como nos íbamos de ligue en su pasada visita a México.

Ya ni me acordaba que él fue causante de que conocí a dos o tres chiquitas con las que salí. En fin, nos acabamos varias chelas y ya tenemos plan para la semana. Ahora sé porqué dicen que de la discusión viene la luz… gran plática la de esta noche.

Es, sin duda, una de las mejores noches de mis últimos años. Son las 2 a.m. y voy llegando, lástima que este lunes entro temprano... lo bueno, es que es Monday Night Football y Chris ya organizó el plan, será bueno verlas después de tanto tiempo.

El McCoy, quien gracias al fuckin’ british ve la vida de otro ángulo.

Noti - McCoy

(Léase con tono de informativo de radio de los 50)

El fuckin’ british se encuentra en nuestro país. Luego de 25 horas de viaje, Chris arribó a la ciudadmásgrandeybelladelmundo. Este sábado recorrió el primer cuadro de la ciudad acompañado de la Blue y del McCoy, quienes vertieron atinados comentarios sobre las construcciones y la historia de México para el asombro del rubio visitante.

El inglés aún no decide la fecha de la vuelta a casa.

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Delfines de Miami dio una alegría más al McCoy, luego de su soberbio segundo triunfo de la temporada de la NFL al vencer 17-10 a San Diego, este domingo.

“Estoy agradecido por el esfuerzo de los muchachos, de inmediato me comuniqué con ellos para felicitarlos”, comentó el McCoy.

Con este triunfo mejoran el desempeño de toda la pasada campaña y demuestran que la paliza a Patriotas, no fue un hecho aislado.

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Esta semana se estrenó el documental Bajo Juárez, con lo que los días de intenso trabajo para el McCoy disminuirán. Ahora se enfocará en trabajo de oficina por dos jornadas, para preparar el lanzamiento de la siguiente película, también mexicana, casualmente.

“No les puedo anunciar el nombre aún, pero ya trabajamos en estrategia de medios”, dijo el McCoy en conferencia de prensa, donde recalcó su recomendación de asistir a las salas a ver Bajo Juárez.

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El McCoy se mantiene firme en su intento de alcanzar el banderín de su división y con ello ubicarse en la serie mundial. “Trabajamos para obtener la victoria, la estamos trabajando, cueste lo que cueste. Parece que no tenemos grandes avances, pero confío en la inteligencia de los involucrados”, finalizó.

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Recuerde que tenemos una cita en este mismo espacio. Manténgase informado.

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El McCoy, quien encontró una manera de mantener este blog actualizado.

Maguito

Estos días han sido de intenso trabajo. Desde la mañana recogiendo a V y dejándola en casa por ahí de las 2 de la mañana, es decir, literal, todo el día juntos. Sin embargo no está del todo mal, no es pesado, es ameno, vaya, que el trabajo no es limitante de la diversión.

Uno de estos días (creo que fue el lunes, la neta ya son tantos que he perdido la relación) fuimos a un antro por Garibaldi (en Cuba), porque el dueño es amigo de JA, y nos dejarían poner unos posters de Bajo Juárez.

Llegamos por ahí de las 9 de la noche. Luego de una hora el ambiente era de lo mejor y no teníamos ganas de irnos, a pesar de que al día siguiente estaríamos a las 9 en Televisa Radio (Tlalpan Sur). Entre las salidas a fumar y las carcajadas por anécdotas, llegó Don Ricardo Martínez, quien de un soplido se hubiera caído de la cantidad de alcohol que había tomado.

Don Ricardo es un personajazo. Sacó su baraja española y comenzó a leernos la suerte a todos. Sin embargo fue más allá, comenzó a adivinar las cartas que teníamos. V abrió aún más sus enormes y bellos ojazos cuando Don Ricardo le dijo: 5 de bastos.

A esa carta le siguieron muchas, como 15 para ella, siempre atinando, sin importar que se cortara el mazo, o lo borracho que estuviera. "Estaba cañón tu maguito ¿no?" me dijo al día siguiente, aún sorprendida, pero tranquila por lo escuchado.

"El Maguito" me dijo dos cartas, pero son dos que me dejan muy tranquilo y en paz, con ese amor y tranquilidad que hemos sentido, dado y recibido estas dos semanas. Este viernes terminaremos la parte fuerte de la promoción. El finde nos separamos, y hace un rato tanto Ale, como V y yo nos fundimos en un amoroso y largo abrazo que, pienso, agranda nuestro joven cariño.

Sé que ando atrasado en las entradas, pero pido paciencia a mis cinco lectores.

El McCoy, quien no va a Morelia para seguir trabajando el finde.