Y la noche no termina, que siga...

Pues esta es una actualización de telegrama. Trabajé en la mañana en la gira de medios. Llegué a casa a seguir con un reporte y en la tarde/noche me lancé a ver a E… ahí me encontré a Elma come-galletas. Después fuimos a ver a Mar. Vi una cara de sorpresa por un regalo que espero guste demasiado y dejé a E… en un café. Creí que mi día acababa.

Cuando me iba a casa, me habló el Fer precioso el héroe de la película papá. Vive a dos cuadras del café (ya se mudó, se cambió de depa en el mismo edificio) y su red no está instalada, así que de regreso al café, donde de nuevo vi a E… por unos segundos.

Las amigas del Fer (a dos mesas) nos platicaron de su buen ambiente durante las últimas dos horas y de hartas cosas sorprendentes para mi, y cuando terminamos de ver nuestros pendientes de negocios, Blue y Chris salían del concierto de Motley… hasta Villa Coapa (el Bronx mexicano) en 10 minutos para dar el remojo del nuevo auto del Fer.

Estar con el british boy siempre es muy divertido. No habla español, así que las pocas palabras que se sabe que dice dentro de su plática resultan muy divertidas. Junto con Blue le contaron a Fer como nos íbamos de ligue en su pasada visita a México.

Ya ni me acordaba que él fue causante de que conocí a dos o tres chiquitas con las que salí. En fin, nos acabamos varias chelas y ya tenemos plan para la semana. Ahora sé porqué dicen que de la discusión viene la luz… gran plática la de esta noche.

Es, sin duda, una de las mejores noches de mis últimos años. Son las 2 a.m. y voy llegando, lástima que este lunes entro temprano... lo bueno, es que es Monday Night Football y Chris ya organizó el plan, será bueno verlas después de tanto tiempo.

El McCoy, quien gracias al fuckin’ british ve la vida de otro ángulo.