sábado, 28 de junio de 2008

Eco

Pensó que nunca más volvería a verla. No estaban juntos desde aquella plática en la cual ella le informó que eso no iba más, que había decidido olvidarlo y que ni siquiera mencionaría que lo conoció. Los planes juntos se desmoronaban. No habría más caminatas en SF y mucho menos ese departamento en NY.
Él había tratado de superarlo con trabajo y un nuevo círculo de amigos. El estar ese tiempo juntos le impedía regresar a los mismos bares y con las mismas personas.
Decidió cambiar de ciudad. Así creció, conoció y maduró.
Sin embargo, al verla de frente sintió como ese batazo de recuerdos le hacía perder el equilibrio.
Escuchó los ‘te amo’, los ‘jamás te vayas’, y los ‘toda la vida’, pero sólo era el eco que se había despertado en su corazón.
Ya todo era distinto... las historias habían avanzado y no podrían retormarlas. Ella trató de mantenerse cerca. Él trato de guardar todo lo que pertenecía a ella.
Pudiera contar que los vi fundirse en un beso, pero entonces estaría mintiendo. Ella no dejó el orgullo. Él la dejó decidir. Cada uno cargó sus culpas y tomaron aviones a diferentes destinos.

El McCoy, quien aún no cree lo que vio.

1 comentario:

Gabby dijo...

Cuando escribes asì, traes muchas cosas a mi cabecita loca tambièn... yo creo q lo importante es dejar ir para poder ser feliz... ya no estes triste ok??? Besucos!