En el más reciente viaje con el Perro decidimos irnos por una nueva ruta a Puebla. Estábamos aún en el DF, pasando Ignacio Zaragoza. De la nada, llegamos a una avenida --cuyo nombre no recuerdo—en la que circulábamos a unos 10 km/h.
Pensamos que había un choque algunos metros delante, pero conforme avanzamos nos dimos cuenta que no, que ya a las 9 de la madrugada (en sábado) estaba instalado un mercado. Uno de los grandes. Primero vimos costales de cebollas, limones y aguacates, normal para un mercado.
Pensamos que había un choque algunos metros delante, pero conforme avanzamos nos dimos cuenta que no, que ya a las 9 de la madrugada (en sábado) estaba instalado un mercado. Uno de los grandes. Primero vimos costales de cebollas, limones y aguacates, normal para un mercado.
A lo lejos se veían puestos de ropa y de electrónicos, pero lo que más nos sorprendió fue el ver, así, de la nada, canales y costillares completos... ¡al lado de la calle!
Y no era ni uno ni dos, eran centenares. Con sacar la mano del rompecabezas se podrían tocar.
¡Y yo sin desayunar!
El McCoy, quien quiere una brontoburguesa.
1 comentario:
DE SEGURO TE FUISTE POR TLAHUAC NO?
lo siento pero paso la brontohamburguesa acompa;ada de smog
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