Alonso Álvarez se voló la barda. Su Historia de un letrero resultó ser un mega plagio a un corto español que se realizó dos años antes. Sí, ese corto mexicano que fue premiado en el entrañable Cannes, es una copia, así, burda, chafa.
Obviamente los cortometristas del mundo mundial querían conocer el trabajo ganador en Cannes, lo buscaron en youtube y lo encontraron... y no faltó el que dijo: “Yo ya lo había visto” y madres, que se ponen a esculcar en sus compus sobre trabajos viejos, y que encuentran el original, de Francisco Cuenca (Una limosna por favor).
El pirata quesque se defiende diciendo que no sabía nada. Chale, vergüenza ajena.
Obviamente los cortometristas del mundo mundial querían conocer el trabajo ganador en Cannes, lo buscaron en youtube y lo encontraron... y no faltó el que dijo: “Yo ya lo había visto” y madres, que se ponen a esculcar en sus compus sobre trabajos viejos, y que encuentran el original, de Francisco Cuenca (Una limosna por favor).
El pirata quesque se defiende diciendo que no sabía nada. Chale, vergüenza ajena.
El McCoy, quien está indignado.
1 comentario:
chaaale, eso sì q es feo!!!! tienes toda la razòn de este mìsero y piratesco mundo... PURA PENA AJENA!!!!!
mccoycito, muchos besitos de fin de semana!!!!
Publicar un comentario