domingo, 11 de mayo de 2008

No, no acepto

Cuando me dijo que me invitaba a ver una película me sorprendió. Nunca lo hace. Además fue con toda su familia (y me sirvió para comprobar que es la única enferma mental de la casa, el prietito en el arroz).
Me ahorraré el decir que sus hermanas están guapísimas, pues sé que es políticamente incorrecto, así que pasaré directo al momento de la taquilla. Ella pagó así que ¡de verdad me invitó! La realidad es que no sabía lo que estaba a punto de ver.
Cuando llegamos a la sala, la pelí acababa de empezar, así que seguía sin saber que estaba a punto de ver. De pronto vi a un tipo acostado en un diván en pleno psicoanálisis.
Después estaba en un gimnasio (él tipo, yo seguía en la sala), luego se casaba, luego en el diván, luego frente a un psicólogo, luego viendo como su mamá engañaba a su papá, y luego otra vez en el gimnasio y luego… ya no sé.
La hora y media estuvo llena de cosas sin sentido, pero de pronto apareció Jason Alexander (aka George Constanza) y evitó que me volviera loco. Ahora entiendo el porqué me invitó. Cásate conmigo… otra vez, sin duda sirvió para que nunca más le vuelva a aceptar una invitación al cine a menos que me diga desde antes qué es lo que vamos a ver.
Aun así te quiero Kika, aunque nos veamos una vez al año.

El McCoy, quien ahora tendrá que ir con su psicoanalista de cabecera.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Lo único que puedo decir en mi defensa querido Cachorrito es que yo no elegi la peli... pero apesar de la rareza de la movie me la pasé de pelos. TQ y mil gracias

€$T0P€$ dijo...

HAZ BERRINCHE....q t compensen.