Adiós… ¡reinas!

Las noticias de estos retiros de verdad que fueron lastimosas para este fanático a los deportes. Annika Sorenstam, la mejor golfista de todos los tiempos del mundo mundial, y Justine Henin, la número uno del tenis (también del mundo mundial), anunciaron que dejan su deporte.
Annika fue ocho veces la jugadora del año y ganó en 72 torneos de LPGA (más los no oficiales). Con 37 años de edad consiguió ser un ícono para las mujeres en el golf, abrió puertas y ella, sin mercadotecnia de por medio, ganó espacios en los medios de información. Annika terminará la temporada.
Justine tiene un perfil menos famoso, pero no por ello no de menor relevancia. La tenista, quien es belga (por eso era la #1), dice adiós de manera inmediata. Tras una racha de no-victorias (en su caso jamás serán derrotas), decidió cortar con una carrera de 20 años (apenas tiene 25 de edad).
Tuvo siete victorias en torneos del Grand Slam (cuatro Roland Garros, dos US Open y uno de Australia). Tuve la oportunidad de verla [de lejos, de muy lejos] en Atenas, en los Juegos Olímpicos, cuando ganó la de oro, no’mas.
Sabemos que el deporte esta lleno de figuras, y que su lugar, obviamente y por lógica, será tomado por alguien más, como es natural, pero difícilmente tendrán la calidad tanto dentro como fuera de sus respectivas ‘canchas’. (Si ya sé que es muy argentino el término para el campo de golf, pero ni modo).
Jamás fueron invadidas por la soberbia, y en ello radica la grandeza de quien se separa de los buenos deportistas (esos que solo tienen el talento, pero los traiciona el cerebro) para convertirse en un ‘grande’ o más aún, en un ‘inmortal’.
El McCoy, quien las extrañará en los torneos grandes.