Esto es un complot. Cuando gozaba de mayor ‘impunidad’ (ver entregas anteriores), me han ‘desaforado’. Ya no más días hasta las 4 de la tarde en cama, disfrutando de la red inalámbrica. Se acabó eso de hacer visitas a domicilio --o en calle-- a la menor provocación.
Regreso a los ‘horarios de oficina’ en los rimbombantes y nada amados rumbos de Sta. Fe. Este viernes fue mi primer día de vuelta por allá. Afortunadamente Lalo tuvo tiempo para que fuéramos a comer y redescubrir la zona.
Me piden que cuide las apariencias, que los nuevos jefes piensan que mi gran capacidad de trabajo se debe a lo bien hecho de mi nudo de corbata. No les haremos pensar lo contrario, finalmente me gusta eso de ser el Clark Kent región 4, es decir, Superman escondido tras unos lentes y un traje.
Y es que esa es mi función, ser una especie de Superman que lucha por las causas perdidas, aunque no siempre sean las correctas.
El ‘fuero’ ha desaparecido, no así mi sonrisa, que aumenta a cada segundo.
McCoy, quien no tiene que preocuparse por estacionamiento porque tiene tres pisos para escoger.
viernes, 21 de septiembre de 2007
Desafuero
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