domingo, 16 de septiembre de 2007

Cine de tres pesos


El 13 de septiembre, mientras los niños de Primaria estaban bajo el Sol viendo una representación --que no entendían-- sobre la Defensa del Castillo de Chapultepec, me acurrucaba en una incómoda butaca de Cinemark Pedregal.
Y es que no pude evitar caer en la tentación de la que parecía ser una ‘súper promoción’: 10 pesos el boleto por función. ‘Cinemark a la Mexicana’ duraría solamente un día. Sólo películas mexicanas en cartelera. Sonaba bastante bien.
La primera de las películas que vi fue Así del precipicio, y de no ser por Esteban, Tania y yo, no la hubieran proyectado. Lo bueno de estar en una sala vacia es que puedes platicar, ocupar tres butacas y hasta llamar por teléfono si la película es mala.
Fueron las tres cosas que hice. Los desnudos de Anita e Ingrid son lo único que valen la pena (y vaya que lo valen) porque lo demás es una auténtica basura. Pretextos baratos para mostrarlas desnudas, drogas para justificar que tocaron temas sociales y hasta un ‘galán’ que resulta gay.
Primer revés. Entendí el porqué la sala estaba vacía.
Después vino Kilómetro 31. Con el antecedente de Así del precipicio, y leyendo que era una película de ‘terror’, esperaba lo peor. Ahora ya éramos 10 en la sala. Con más sueño que ganas, me llevé una grata sorpresa. La ‘peli’ está bien realizada, tiene una buena producción y la historia te mantiene entretenido. Nada para echar las campanas al vuelo, pero al menos cumplió. Tres palomas.
Después de comer, mi nueva acompañante fue Mar, quien resistió estoicamente el peor martirio del año. Prefiero tres nuevas relaciones fallidas (y ustedes, mis amigos, saben como quedé de la última), a tener que ver de nuevo El Búfalo de la Noche. Desnudos injustificados, una historia sin pies ni cabeza, mala dirección, vaya, lo peor de este y muchos años.
Pero la culpa la tuve yo pues el buen Gama ya me había advertido que Diego Luna sólo tiene un papel, el de Diego Luna. ‘‘Que nos regresen nuestros siete pesos’’, dijo Mar.
-- Pero pagamos 10…
-- Por eso McCoy… esa película apenas vale tres pesos…

McCoy, quien no quiere ver una peli en español en muchos meses.

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