Por lo pronto, a seguir disfrutando de Tres Marías. Me voy, que el día está lindo y alguien tiene que trabajar.
El McCoy, quien con libreta en mano, corre al campo para ver a los golfers.
Rayando aquí, dibujando allá, soltando tinta por acullá...
Por lo pronto, a seguir disfrutando de Tres Marías. Me voy, que el día está lindo y alguien tiene que trabajar.
El McCoy, quien con libreta en mano, corre al campo para ver a los golfers.
Sé que a mi querida Lianed se le escurrirán un par de lagrimitas por culpa de este personaje maniaco-depresivo, pero ni modo, está increíble. Y que bueno que lo cazaron, por zonzo.
El McCoy, quien espera que esta huelga termine pronto.
Mientras la Blu se paraba delante de Andrea Legarreta y no la dejaba ver el concierto (justo pago por hacer de nuestras mañanas una pesadilla con su participación en TV), yo no hacía más que pedir canciones cuando la banda hacía un mutis.
Espero que Erick Rubín les haya aprendido algo a los ‘polis’ (quienes complacieron en todo a los asistentes), para que cuando le pida “Princesa Tibetana” no vuelva a hacer cara de “what” y ni me pele.
Lo mejor fue a la salida, cuando nos encontramos a unos amigos de Blu. “Que linda babe”, pensé, mientras la Blu me recordó que ya nos conocíamos. En fin, desde entonces todo está bien chido, y punto.
El McCoy, quien se pregunta dónde le caben tantas chelas a la Blu.