La historia me parece fabulosa y mágica
per se… Obviamente para la familia de Alejandra no es así, sin embargo a mi me parece fantástica, en el sentido estricto de la palabra.
En medio de las acusaciones del Cardenal al gobierno; de EUA al Cardenal; de Berlín a Madrazo y de los ignorantes al Roadshow de F1, encontré un oasis de una verdadera noticia, al menos para mí.
El inicio de la macabra historia --y digna para leerse mientras se desayuna--, la escuché mientras venía a Santa Fe, en la mañana, contada por la siempre adorada Carmen Aristegui.
José Luis Calva Zepeda tiene 40 años y se dice escritor de novelas de terror y guiones para cine. Su más reciente novela, o al menos los escritos que se encontraron en su casa, indican que es sobre canibalismo.
Sin embargo, parece ser que su investigación iba tan a fondo que comenzó a realizar estas prácticas; ya saben, la mejor manera de narrar es conociendo a fondo el comportamiento. En el clóset de su departamento (ubicado en Eje 1 Norte Mosqueta, en ciudad de México) se encontró el cuerpo, ya sin vida (como dirían los clásicos), de la que había sido su novia, Alejandra Galena (35 años).
En el refrigerador, la carne del brazo derecho, y la pierna derecha completa. Arriba del refri, en una cajita de
Corn Flakes, los huesitos, y en el sartén que estaba sobre la estufa, unos pedazos de carne ya cocidos (no se menciona la guarnición ni el modo de preparación).
Cuando los polis fueron a por él, trató de escapar aventándose por el balcón, pero Pepe cayó mal y se lastimó. Está en la Cruz Roja y cuando mejore será consignado.
Las fotos de Anthony Hopkins caracterizando a Hannibal Lecter y demás rastros ‘incriminatorios’ se pueden leer en la página de la
Secretaria de Seguridad Pública del D.F, además de que se le víncula con otras dos víctimas.
‘‘Te puedo comer a besos’’, recuerdo haberle dicho a más de una mujer en mi vida. Pepe también lo hizo.
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