lunes, 9 de marzo de 2009

McCoy está en el Mundial

Y aunque la gripa se empeña por dejarme fuera de algunos de mis sueños, mi fortaleza es mayor y ahí estoy.

Cuando niño tenía muchos sueños. Uno era el ir a los Juegos Olímpicos de 2004. Según yo tendría la edad y seguramente la calidad para ir a representar a México con la novena en turno. Mi brazo no tuvo los mismos planes y no pude seguir jugando.

A pesar de que eliminamos a los gringos, no fue México al beis, pero yo, gracias al oficio más bello del mundo, pude estar ahí y cumplir ese sueño, de alguna manera.

Después, el estar en un Mundial. Ahora, obviamente retirado es imposible, pero, de nuevo gracias al oficio que amo, estoy ahí.

Dejando de lado el ridículo que hizo el seleccionado mexicano, es grato estar en el diamante, bromear con mis amigos peloteros y disfrutar de las jugadas. Aunque se pierda, en el beisbol siempre se gana.

Pude ver el juego de Cuba.

Estar con Chacho, la mascota más famosa del beis nacional (y de varios a la redonda)

Y hasta con Gabriel (quien le da vida a Chacho) y es un gran amigo desde hace muchos años. Recuerdo que lo conocí por allá del 98, cuando le hice una entrevista para El Financiero. Aquí en la foto, con el alma dentro de Rocco, la mascota de los Diablos.
Bueno, antes del partido de México, los naturalizados llevaron marichi, y creo que esa fue la clave de la derrota. Los jugadores se olvidaron del partido. La mente se les fue, se dispersaron y el ambiente era de fiesta antes de que se cantara el Playball.
Después, en el juego, le grité a Vinicio que hiciera un cambio, me miró como quien ve a alguien que no sabe nada, que dice una idiotez. No así Valenzuela, quien me dio la razón.

Vino el empate y la victoria de Australia, y los dos volteamos a ver a Vinicio con mirada de sape. No se puede jugar con la franela con tal de hacer lo que se le pega la gana.

De lo rescatable (además del deporte en sí), vi a @anduaga y a @alinesalazar, con quienes me la pasé bomba los pocos minutos que estuvimos juntos.

A ver que nos depara la pelotita este día.

El McCoy, quien sufre y goza a la vez.

4 comentarios:

Ananké dijo...

No voy a decir nada al respecto, no mencionaré mi inmensa envidia de verte desde el graderio paradote ahi en el campo, no, no lo voy a decir... mucho menos diré la desesperanza que siento en muchos sentidos por lo ocurrido ayer, además del juego la gente aventándole cosas a la porra australiana que incluía a la Consul entre otros muchos tenores políticos.

Ahhh, pero si estuvo bien padre encontrarnos. Saluuudos! :)

Carla dijo...

Cuando se habla de beisbol sólo recuerdo a mi bisabuelo, fanático de ese deporte, y recuerdo al extinto estadio Parque Delta donde fui a comer hace unos meses, ahora que es centro comercial...so sad.

€$T0P€$ dijo...

Te odio x no llevarme a socializar.

Unknown dijo...

McCoy, a diferencia tuya que tenias un sueño de Grandes Ligas, nunca me imagine que estaría ahí, en un Clásico Mundial de Béisbol, pisando el diamante, caminar por los pasillos del Foro Sol, ver a los jugadores, disfrutar los juegos, la verdad hay tantas cosas que tengo en la mente que no se como expresarlas, solo se me ocurre MIL GRACIAS McCOY, POR PERMITIRME SER PARTE DE LA AVENTURA...