Días de guardar

Cuando era un niño escuchaba que mi abuela decía que estos días, la llamada Semana Santa, eran ‘Días de guardar’. Y entonces me imaginaba que la gente se quedaba en su casa guardando todo lo que tenían.

Los veían guardando su ropa en los cajones, los adornos en cajas, los alhajeros… cualquier cosa, pues, todo lo guardaban. Era tal el trabajo que realizaban que por eso duraba toda la semana.

Pero nosotros no guardábamos nada y entonces me decía, ‘pues para qué guardamos, si todo está en la casa, ya está guardado’.

En fin, que de nuevo estamos en esta semana que es ‘de guardar’. Ahora se ha convertido en una semana en la cual se puede disfrutar de la ciudad sin tanto tráfico. Los millones de provincianos que vinieron a vivir alaciudadmásgrandeybelladelmundo a pesar de que no les gusta por el tráfico, la gente y lo grande, regresan a sus pueblos y nos dejan a los verdaderos defeños, una joya lista para ser admirada.

Ojalá se quedaran allá. He mandado iniciativas al Congreso para amurallar y no dejarlos entrar, pero no me han dicho nada. Total, ni les gusta la ciudad ¿no? Pues que ya ni regresen.

Por lo pronto y mientras encontramos una manera de que nos quedemos los que de verdad amamos Tenochtitlán, les dejo este cuadro del admirado Montt, disfrútenlo.

El McCoy, quien come carne de puerco.