miércoles, 30 de enero de 2008

Este sí es trabajo

Soy un adicto al trabajo, pero al trabajo que me gusta. He estado en oficinas y realmente me molesta, es algo que simplemente no va conmigo. Lo tolero por la paga, pero no hay pasión. En cambio esto de trabajar directo donde está la acción, eso sí es lo mio.

El buen Abuelo le mandó un e-mail a Guillén en el que le dice que en esta foto se veía a tres personajes que estaban poniendo atención a la clínica. Así, esta foto tomada por Eduardo Sánchez y que sirvió en el boletín de ayer, muestra lo mal que me la paso en lo que me gusta.

Me pagan y además puedo aprender del joven Peter Tomasulo, quien la semana que entra jugará un torneo de PGA, no'mas.



Esto sólo refuerza mi deseo de que ya empiece la temporada de automovilismo. Ya viene A1GP, luego Nascar Nationwide y con eso ya estaremos de lleno en la actividad de cada fin de semana en una ciudad distinta.

Por lo pronto, a seguir disfrutando de Tres Marías. Me voy, que el día está lindo y alguien tiene que trabajar.

El McCoy, quien con libreta en mano, corre al campo para ver a los golfers.


domingo, 27 de enero de 2008

De vuelta en Morelia

Pues aquí estoy, en Morelia de nueva cuenta. Así como hace seis meses, estaré una semana… es difícil olvidar lo que pasó hace medio año… es inevitable. Solo espero que la historia no se repita. No tiene porqué.
Trato de no pensar en eso, pero es imposible, así que espero que el Abierto Mexicano de Golf ya empiece y que tenga mucho trabajo para pensar poco en lo que pasó. Espero llegar a la ciudad más bella del mundo y que todo siga igual.
El llegar acá nos tomó dos días, el primero para estar en Querétaro en casa de Guillo y el segundo porque pasamos a San Luis Potosí a que jugaran por vez primera en un hermoso campo llamado La Loma.
Hoy nos tardamos en llegar acá porque regresamos a dormir a Querétaro y tras una ‘estacionada’ en doble fila (bajamos unos segundos y dejamos las intermitentes) en ese “#$%&/ pueblo quitan la placa al poner la multa (siguen viviendo en las cavernas, aunque les duela) y tardan horas para regresarla, aunque uno pague de inmediato la multa.
En fin, ya estamos acá, hoy acabó ‘la calificación’ y ya están todos los jugadores clasificados, así que ahora a trabajar.
Como siempre Tres Marías está hermoso y espero que (ya lo dije, como siempre) me trate muy bien.
Hace rato platiqué con Memo Rojas, quien está en Daytona y recién empezaba el festejo por convertirse en ganador de las 24 Horas de Daytona, eso me puso de buenas; felicidades a ‘Memito’, quien está ya en los libros de historia.
En San Luis Potosí, tome un par de fotos, se las dejo con la promesa de que después trabajaré algunas y ya se las presumiré (tienen que ver la versión a color, es hermoso).




Mientras tanto, les dejo, que ‘ya mero’ nos vamos a cenar.
El McCoy, quien anda tome y tome fotos.

viernes, 25 de enero de 2008

Con razón...

Elegir a un negro o a una mujer chillona... y todavía hay quienes preguntan porqué bajan y bajan las Bolsas...
El McCoy, quien solo espera que Dios nos agarre confesados.

jueves, 24 de enero de 2008

Llueven árboles

Para los devora-películas o los viejos lectores de 'La pluma...' el siguiente texto tendrá demasiado sentido.
Esta tarde estaba en la adorada Del Valle (a unos metros de Mier y Pesado) cuando el cielo se cerró y el viento azotó la puerta de la cafetería donde, junto a Mar, discutía sobre planos, entrevistas, guiones y ritmos. La luz eléctrica dejó de iluminar la calle y la lluvia hacía el tránsito insoportable.
El iPod nos rescató del tedio, es más, nos hizo alegrarnos. Ya solo, de regreso a casa, los semáforos dejaron de funcionar, los espectaculares se caían y el caos se apoderó de la ciudad. Aimee Mann comenzó a cantar. Wise up sonaba mientras la lluvia golpeaba el carro. En ese momento miré a las nubes, para ver si tenía que protegerme de algo.
Cuando llegué a casa no me extrañó enterarme --vía el noticiero nocturno-- que llovieron árboles y que uno de ellos mató a un conductor justo frente al lugar donde escuché por vez primera Wise up.
Estas cosas suceden todo el tiempo.
El McCoy, quien recuerda el choque que tuvo en la calle donde llueven árboles.

domingo, 20 de enero de 2008

Mientras termina la huelga

Ya me está desesperando esto de la huelga de guionistas en EU. Si fuera en México sería una bendición, pues dejaríamos de escuchar las estupideces que a diario bañan los programas de tele abierta.
Pero no es aquí, es allá; que nos pega en el alma y en el corazón a los que desde hace muchos años nos hicimos fanáticos a las series estadounidenses.
Llevo unos 15 días mentando madres por eso, pero de plano hoy ya no puedo más. Está bien que me gusta ver repeticiones, pero ya me sé todos los capítulos de Los Simpson, soy más experto que Horacio de CSI y no’mas no sé que va a pasar con mi cuate Jack (de Lost).
Ahora paso más horas en la compu y me topé con esta imagen que publicó NEB y que ahora doy a conocer a los cuatro lectores de “La Pluma…”

Sé que a mi querida Lianed se le escurrirán un par de lagrimitas por culpa de este personaje maniaco-depresivo, pero ni modo, está increíble. Y que bueno que lo cazaron, por zonzo.

El McCoy, quien espera que esta huelga termine pronto.

jueves, 17 de enero de 2008

Sigue el “plagio”

El Perro (osease mi padre) leyó la entrada donde dejo en claro que no tengo relación alguna con los cacahuateros ingleses que usan el brand name ‘McCoy’ pa’ vender más, pues la gente inmediatamente piensa, “esto debe ser un producto oficial del McCoy”.
Luego de terminar de leerla, me dijo: “Eso no es nada nuevo mi pequeño cachorro, recuerda las botellas que trajiste de Bulgaria”.
En efecto, fui a la cava y las encontré. En mi más reciente viaje a Sofia, Bulgaría (bueno, solo he hecho uno, pero es el más reciente), al lado de mi super camara man y brother Rodrigo Ceratti, nos metimos a cuanto mercado y lugarcete encontrábamos.
Estuvimos un mes por allá (marzo, 2004) y decidimos vivir como los nativos. Así, llegamos a un antrejo que vendía por algo así como 15 pesos estas botellitas.





Ahora, ya con cuidado observe que son, sí, inglesas.



Así pues haré caso a la sugerencia de Plaqueta, y mañana mismo estaré en Derecho de Autor, a ver si no me pasa lo que a Bejarano.

El McCoy, quien ahora deberá hacer un logo bonito.

miércoles, 16 de enero de 2008

Pendientes

Sé que tengo hartos pendientes. En una entrada del año pasado dije que hablaría de varios temas, y aún les debo:

*McCoy de caddie
*La policía que no reprime (y las aventuras en el área VIP, cortesía de la Blu)

Así que como ya ha pasado mucho tiempo y me falta memoria en el CPU, sintetizaré demasiado y me iré a los puntos que aún recuerdo ya que recibí un par de correos donde me dicen que les he fallado, y obvio, no les quiero quedar mal.

Mi hermano fue a jugar un torneo en Vallescondido y acepté ser su caddie. Tengo que reclamarle a PING por hacer esas bolsas mata-caddies. No maaaaaa, eso es no tener madre. El peso de esa bolsa es del doble de la mía (Callaway), pero pude caminar los 18 hoyos como si nada, di bien las distancias, leí las caídas e hice mi chamba a las perfección, además de que es super distinto a cuando vas jugando. No pasamos el corte, chale.

Ahora, vámonos a The Police. Fue sin duda un concierto para acordarse por años. Es increíble como esos viejitos tienen tanta pero tanta energía.
Fueron intensos y se entregaron al máximo. Yo, gracias a la Blooper, estaba al frente, en el área VIP (obviiiiiiooo gooooeeeeei). De la nada nos vimos rodeados por harta gente y comenzamos a echar relajo con nuestros vecinitos de concierto…
Ahí me empezó a tirar la onda esta chava, Lucero creo que se llamaba:

(Foto paparazzi que nos captó cuando volteamos al escenario y vimos que sí, eran ellos)

Pero al rolar de las chelas me gustó más su amiga, Sasha, quien me empezó a ‘sabrosear’ hasta que nos pusimos muy chapeaditos, ante la risa de la Bloo, quien disfrutaba mi nerviosismo por la insistencia de esta chiquita (si no me creen, pregúntenle).

Mientras la Blu se paraba delante de Andrea Legarreta y no la dejaba ver el concierto (justo pago por hacer de nuestras mañanas una pesadilla con su participación en TV), yo no hacía más que pedir canciones cuando la banda hacía un mutis.

Espero que Erick Rubín les haya aprendido algo a los ‘polis’ (quienes complacieron en todo a los asistentes), para que cuando le pida “Princesa Tibetana” no vuelva a hacer cara de “what” y ni me pele.

Lo mejor fue a la salida, cuando nos encontramos a unos amigos de Blu. “Que linda babe”, pensé, mientras la Blu me recordó que ya nos conocíamos. En fin, desde entonces todo está bien chido, y punto.

El McCoy, quien se pregunta dónde le caben tantas chelas a la Blu.

El tiempo la retiró…

Ana Gabriela Guevara no dice adiós a las pistas por los malos federativos, esos han existido desde siempre, desde antes de que ella naciera, incluso. Cuando ella llegó ya estaban (y con todo y ellos, logró ser grande…) y siempre estarán. No es lo óptimo, obviamente, pero así es.

Ana no se va por ellos; Ana se va por temor al qué dirán; Ana se va porque no podría pelear por un pódium; Ana se va porque el tiempo, después de 11 años de ser vencido, regresó para vengarse.

Conozco a Ana desde la mitad de 1998, más o menos. Yo trabajaba en El Financiero y me asignaron el Comité Olímpico como fuente. La seguí, la admiraba, platicaba con su entrenador y aprendí un poco más acerca de ciclos y de cargas, de ascensos y descensos en el entrenamiento de un atleta de alto rendimiento.

Después, en 2000, ya estando en EsMas.com se consiguió que Ana fuera nuestra columnista en el sitio especial de Sydney. Logró algo histórico al pasar a finales en 400 metros. Para los Juegos de Atenas, me tocó reportear para AYM Sports desde el ciclo olímpico.

Iba al CDOM y veía el entrenamiento de Ana, y vinieron esas vacaciones de las que no regresó a tiempo. Ahí estábamos mi camarógrafo, un par de reporteros y yo, platicando con su entrenador, quien esperaba que Ana ya dejara sus vacaciones y regresara. Y pasaban los días y Ana no cumplía con su trabajo.

Llegó tarde, lo hizo mal, se lastimó (sí, ella con esas cargas de trabajo tan absurdas que se autoimpuso para recuperar el tiempo perdido). Así, consiguió una medalla en Atenas, aunque no la de oro, que de haber llegado a tiempo a sus entrenamientos seguramente hubiera obtenido. La esposa de su entrenador se quedó hospedada en el mismo hotel que yo, así que cuando terminó la prueba de Ana, el profe se quedó ahí… todas las noches platicábamos de Ana y me decía que era momento de que ella brincara a los 800 metros, por su fortaleza, por su decadencia inminente en los 400, por su madurez, por su edad.

De nuevo vino su necedad, su capricho, su error. Se quedó en los 400 y hoy… hoy las piernas no le dan para una medalla. Cierto, el estar en la final sería un logro histórico, tres finales al hilo la colocarían como una grande, como una leyenda, pero su visión es otra, es la de no aceptar que no está para pódium, y minimizar el hecho de una final.
Hoy, todavía exprimiendo su nombre para sacarle la gorra a Banamex, Ana fue vencida no solo por el tiempo, sino por su pésima decisión de no brincar a los 800 metros.
No lamentemos su partida, que de cualquier manera, su participación en Beijing no movería el medallero.
El McCoy, quien al igual que los federativos mexicanos, no siente ni cosquillas por la salida de Ana.

domingo, 13 de enero de 2008

Rosca y chocolate

Cuando yo llegué, él ya estaba. De hecho una buena parte de él influyó para que yo viniera. Mi primer 6 de enero no lo recuerdo, ni el segundo, ni el tercero, pero a partir del cuarto tengo flashazos. Recuerdo que eran días de alegría y sorpresa por los regalos que nuestros ‘pas’ disfrazados de Reyes Magos (ya hablamos de eso en una entrada no muy lejana) dejaban en nuestros zapatos que esa noche dormían bajo el árbol.
Recuerdo cuando le trajeron al James Bond y a un villano pelón con barba que se parecía a Mandrake. También que él era Skeletor y me dejaba ser He-Man. Que juntos pegamos las calcomanías en el Castillo Greyskull (¿así se escribe?) De las bicis azules con blanco y de los cazafantasmas (que incluían fantasmas). Y los videojuegos del Intellevision II.
Por estar jugando, se nos iba toda la mañana y parte de la tarde, así que su cumpleaños lo celebrábamos en la noche, con un rico chocolatito y partiendo la rosca.
Este año, como desde hace algunos, no hubo juguetes, pero sí chocolatito y rosca. Esteban ya tiene 33 pero yo lo sigo viendo como cuando éramos niños. Sigue siendo más grande que yo y sigue diciéndome que los Reyes sí existen, todo por hacerme sonreir.

El McCoy, quien acaba de tener un mazazo de recuerdos que no sabe como controlarlos.

jueves, 10 de enero de 2008

Un 'real' muy falso

Esta entrada es para aclarar que soy el auténtico y real McCoy. Desde hace unos años han surgido varias voces que pretenden robar mi nombre y ganar dinero gracias a él. Primero hubo un grupo, luego una película y ahora comida.

Hace unos meses Picho se fue Inglaterra a probar el A1Team México y me mando esta foto. Como no había estado en esta computadora lo había olvidado, pero aqui la prueba de que todos se quieren colgar del brand "McCoy".

Así, mediante este espacio dejo en claro que yo, McCoy, no tengo nada que ver con ningún producto que no tenga el holograma oficial de mi marca. Gracias.

El McCoy, quien solo pone su nombre en productos que no sean probados en alimales y no dañen al Medio Ambiente.

No me extrañen...

He regresado. Sé que han sido días difíciles al no tener nuevas letras provocadas por "la Pluma..." pero eso ha quedado atrás. No más lágrimas, las vacaciones han terminado y poco a poco regresaré a mis horarios habituales.
Atender Infopits, seguir fuerte con M&F, con deporteenred, con los pilotos, con esta "pluma" y con la actividad diaria.
Sé que hay varios pendientes de 2007 y prometo que los redactaré, aunque muchas cosas se me han olvidado, pues el CPU necesitaba hacer espacio para las nuevas alegrias (la principal, ya no estoy como perro de vagabundo), pero ya veremos como se resuelven.
Sigo impune, pero trabajaré a placer...
Nos leemos.
El McCoy, desde la comodidad de su cama.

martes, 1 de enero de 2008

Felis Año, sí, ¡felis!

Pues mis vecinos se organizaron para mandar a hacer un anuncio de unicel, con brillitos, y hasta lo colgaron a la entrada de su calle. Y como lo del 2008 es la innovación, nos desean algo más que Feliz Navidad y Año Nuevo 2008, ellos nos desean:

El McCoy, quien sigue, aunque lento, en el Maraton...